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Nueva legislación en Chile muestra su liderazgo climático

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En 2021, Chile se embarcó en la redacción de una nueva constitución que, quizás sorprendentemente, tendrá implicaciones de gran alcance para el transporte. El ejercicio se está haciendo con la conciencia deliberada de que estamos en una ‘emergencia climática y ecológica‘, para citar el lenguaje evocador que surgió de la Convención Constitucional. En términos prácticos, los valores de sostenibilidad estarán entretejidos a lo largo de la nueva constitución, la cual se tendrá que enfocar en disposiciones que rijan la minería y el futuro de recursos como el cobre y el litio, ambos importantes para los vehículos eléctricos. También se tendrá que abordar el desarrollo de los grandes recursos renovables del país, especialmente para la generación de energía, que impulsará una parte cada vez mayor del transporte. Y quizás lo más importante, este cambio está impulsado por un sentido de urgencia, un sesgo hacia la acción que ya vimos reflejado durante el último año, al aprobarse un torrente de legislaciones progresistas, gran parte de ellas relacionadas con el transporte. Se han establecido nuevos objetivos de movilidad y ahora están en marcha iniciativas creativas sobre buses urbanos, eficiencia energética y una red eléctrica impulsada por energías renovables. La experiencia de Chile es instructiva: el liderazgo visionario y estratégico de este país, demostrado en el enfoque audaz de su nueva constitución, creará el impulso necesario para abordar los grandes desafíos de sostenibilidad de nuestros días. Naciones, tomen nota.

Chile también está demostrando liderazgo climático de maneras enfocadas. Una es la Estrategia Nacional de Electromovilidad, formalizada con una Resolución Exenta del Ministerio de Energía. Su objetivo es establecer los ejes estratégicos, políticas y metas que permitan el desarrollo acelerado y sostenible del transporte eléctrico. En este contexto, Chile tiene metas ambiciosas: al año 2035, 100 % de las ventas de la gran mayoría de vehículos serán cero emisiones. Los vehículos livianos (peso bruto < 2700 kg), vehículos medianos (2700 ≤ peso bruto < 3860 kg), y el transporte público urbano, es decir, los buses, taxis y colectivos, serán todos cero emisiones en Chile. Para camiones de carga por carretera (peso bruto ≥ 3860 kg) y buses interurbanos se espera que 100 % de las ventas sean cero emisiones al llegar a 2045. Para ese año, junto con otros 14 países en el COP26, Chile firmó un memorando de entendimiento global que establece que 100 % de las ventas de vehículos pesados serán cero emisiones. La maquinaría móvil mayor (potencia > 560 kW) será cero emisiones para 2035 y la maquinaria menor (potencia > 19 kW) para 2040. Metas como las de los vehículos fuera de carretera señalan un compromiso real de mover los sectores productivos ––como la minería e industria, que cuentan por más consumo energético del sector transporte, a un 38 %–– hacia tecnologías más sustentables.

Figura

Figura 1. Metas de ventas de vehículos de cero emisiones en Chile, a través de su Estrategia Nacional de Electromovilidad. Datos obtenidos del Ministerio de Energía, Gobierno de Chile.

 

Las nuevas flotas de buses de tránsito urbano

El objetivo asociado a que todos los nuevos buses de transporte público sean cero emisiones para 2035 es notablemente importante. Mientras la contaminación climática es una gran preocupación relacionada con los buses urbanos a diésel, la salud pública y la calidad del aire también son problemas significativos que se asocian a un aumento en el número de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y que derivan en mayores costos en salud para el estado. Los buses cero emisiones representan una solución inmediata, como lo ha descubierto la municipalidad de Santiago, cuya solución a un problema crítico que se da en muchas ciudades (la financiación, entre otras cuestiones prácticas) puede servir como un caso de estudio exitoso.

A fines de 2021, el Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM) finalizó un pedido de 991 buses eléctricos para su despliegue en Santiago, la mayor adquisición individual de buses eléctricos en el país. Cuando se entregue, la flota de buses públicos en Santiago tendrá alrededor de 1770 buses eléctricos, lo que llevará la participación de los vehículos de cero emisiones en la flota de cero a 25 % en solo cinco años. Para esta reciente licitación, DTPM proporcionó incentivos no fiscales para que el operador y el proveedor de buses eligieran unidades cero emisiones, en lugar de vehículos a combustión interna. Si los operadores eligen más del 50 % de buses como eléctricos durante el proceso de licitación, se les otorga un contrato de siete años, con opción de renovación a un total de catorce años, en lugar de un contrato de cinco años, con opción de renovación a diez años. Más aún, en los criterios de evaluación de la licitación de suministro de buses se incluye un puntaje para la eficiencia energética, en ellos se especifica que los buses eléctricos pueden llegar a ser entre tres y cuatro veces más eficientes que los buses diésel. Es importante resaltar que DTPM no otorgó nuevos subsidios financieros directos para los buses eléctricos, ya que su costo total de propiedad es menor que el de los buses a diésel en Chile.

Con base en esta experiencia exitosa en Santiago y para lograr el objetivo a lo largo del país, se anunció la adquisición de buses eléctricos para regiones con desarrollo de proyectos de ‘electrocorredores‘ de tránsito urbano en Rancagua, Antofagasta, Concepción, Temuco, Valparaíso y Puerto Montt, algunas de las ciudades más grandes fuera de la región metropolitana de la capital. Con más tiempo, esta iniciativa se podría eventualmente expandir por todo el país.

El proceso original de DTPM en Santiago contó con el apoyo técnico de la alianza ZEBRA, liderada por ICCT y C40 Cities, y apoyada por el Centro Mario Molina Chile. ZEBRA también aseguró los compromisos de más de una docena de socios financieros y de la industria para garantizar la disponibilidad comercial de buses cero emisiones y la financiación de proyectos en ciudades de América Latina. Mientras Chile continúa trabajando para hacer la transición de toda su flota de buses, las licitaciones futuras deberían ser aún más competitivas y atractivas para los inversionistas. Se espera que el modelo ZEBRA, junto con las lecciones aprendidas (y por aprender) sea adaptable o replicable en otros países de América Latina y para otros segmentos vehiculares.

Metas de eficiencia energética para vehículos de combustión

Mientras la transición a tecnologías cero emisiones es altamente importante, no se puede perder el foco en los vehículos tradicionales de combustión interna, ya que muchos de ellos continuarán ingresando a la flota circulante hasta 2035, 2040 o 2045, según su tipología, y continuarán operando y produciendo emisiones hasta alcanzar su vida útil. Para minimizar los impactos de estos vehículos se creó el Plan Nacional de Eficiencia Energética 2022-2026. De este nació la Ley de Eficiencia Energética en febrero de 2021. Esta exige estándares de eficiencia para los vehículos nuevos y activará, entre otros, el primer estándar de vehículos pesados ​​en América Latina.

Para cumplir con estas nuevas metas de eficiencia energética vehicular, los importadores o los representantes de cada marca de vehículos comercializados en Chile tendrán que cumplir con nuevos estándares de eficiencia energética a partir de 2024 para vehículos livianos, 2026 para vehículos medianos y 2028 para vehículos pesados. Para los livianos se verá una progresión de estándares (ver Tabla 1) en la cual el gobierno y la industria trabajan juntos para (1) duplicar el rendimiento de los vehículos livianos nuevos que entran al país para el año 2035 y (2) cuadruplicar el rendimiento de los mismos al año 2050, a partir de una línea base del año 2019. Están por establecer los estándares específicos para vehículos medianos y pesados.

Tabla 1. Progresión del rendimiento energético referencial para los vehículos livianos en Chile.

 Ańo Valor (km/L de gasolina equivalente)
2019 (línea de base) ~15
2024-2026 18,8
2027-2029 22,8
2030-indefinido 28,9

Una matriz energética limpia

Claro está que para maximizar los beneficios de los vehículos cero emisiones se necesita una matriz eléctrica limpia y Chile ya está trabajando en ello. A través de la Estrategia de Transición Justa en el sector Energía, habrá una Ley de Transición Energética (aún por establecer), que busca la transformación hacia la sustentabilidad energética y pondrá en el foco las energías renovables. Las principales serán la energía solar, eólica, biomasa y el hidrógeno. La ley tendrá un énfasis particular en el hidrógeno verde, que proviene de energías renovables en lugar de combustibles fósiles.

El descubrimiento de las oportunidades con el hidrógeno verde es promisorio para Chile. A lo largo de su historia, para bien o para mal, Chile ha estado ligado a la industria del cobre, al ser el mayor productor global (28 % de la oferta mundial). Actualmente Chile ha descubierto que puede sacar provecho de otra ‘mina’, la cual se alinea con las metas globales de transición energética y reducción de emisiones. Con el fomento del hidrógeno verde para la matriz energética a base de energía renovable, este podría ser, según varias fuentes en los medios (bnamericas, CIPER, Reporte Sostenible), el ‘nuevo cobre’ de Chile. De acuerdo con la Estrategia Nacional del Hidrógeno Verde, se invertirá un estimado de 5 mil millones de dólares en las energías renovables, incluidos el hidrógeno verde, para 2025. Para 2030, se espera que Chile sea un líder productor y exportador global de hidrógeno verde, lo que es un gran avance en términos de seguridad energética, ya que Chile actualmente importa un 95 % de su suministro interno de petróleo.

Todos los pasos que ha tomado Chile hasta ahora son de mucha importancia, por su necesidad para el combate del cambio climático y también por el ejemplo que se está dando. Chile aún se clasifica como una economía emergente, sin embargo, tiene políticas públicas muy progresistas en el sector de transporte. Ahora se convierte en un ejemplo a seguir para América Latina y para los países en desarrollo a nivel global. Para los gobiernos con economías similares, Chile claramente está mostrando el camino a seguir.

Tabla 2. Documentos oficiales que incluyen metas hacia el transporte limpio y mencionados en este artículo, 2020-2022.

Nombre Fecha Tipo de documento
Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde Noviembre 2020 Estrategia
Ley 21.305 sobre Eficiencia Energética Febrero 2021 Ley
Estrategia Nacional de Electromovilidad Octubre 2021 Estrategia
Mensaje N° 393-369 Noviembre 2021 Mensaje oficial
Estrategia de Transición Justa en el sector Energía Diciembre 2021 Estrategia
Plan Nacional de Eficiencia Energética 2022-2026 Febrero 2022 Plan
Fija Estándar Mínimo de Eficiencia Energética para Vehículos Motorizados Livianos Febrero 2022 Norma
Ley de Cambio Climático (Por publicar, estimada para mediados de 2022) Ley
Constitución Política de la República de Chile (Por publicar, estimada entre 2022-2023) Constitución

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